viernes, 12 de junio de 2015

420 Smoke Weed


En las montañas del Cauca se cultivan diversas clases de marihuana, la que llaman ‘cripy’, en Colombia y considerada una de las más potentes.
Por el día son otras montañas mas, pero cuando llega la noche, aparecen luces en medio de la oscuridad.
Las luces son las bombillas de los invernaderos que aceleran la producción de estas variedades, denominadas cripy, comenta la periodista de Caracol. Los cultivos están controlados y salvaguardados por familias de campesinos e indígenas que tiene este cultivo como forma de vida rural.
Ubicada entre los municipios de Corinto, Toribío, Caloto, Tacueyó y Miranda, esta ‘ciudad perdida’ del cannabis ha sido expulsada por el cabildo indígena Nasa e ignorada por el gobierno nacional, denuncia el Canal Caracol.
De hecho, estos cultivos de marihuana y todos los procesos de producción sufrieron transformaciones e innovaciones desde hace años ante la mirada pasiva de las autoridades, cultivadores, dicen: “claro, pero se les pasa ‘la liga’ (dinero) o se les da una libra de marihuana seca”.
Actualmente a las FARC se les incautan partidas de marihuana en poblaciones cercanas pero nunca en la ‘ciudad perdida’ como la efectuada esta semana por la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) y la Policía Nacional en la vereda El Guabito, zona rural de Caloto, sexto frente de la guerrilla FARC.
El Cauca es una región caracterizada por las grandes poblaciones de indígenas y de descendientes africanos radicados en estos territorios disputados por las guerrillas de las Farc, el Eln y el Estado, tanto por su riqueza minera como por ser una fuerte y habitual ruta del narcotráfico.
Aquí podéis ver el vídeo de la noticia de La ciudad perdida de la marihuana.

La ciudad de Medellín tiene una semana dedicada al cannabis, una semana que va desde el día jueves 30 de abril hasta el 8 de mayo, pero mucho más que una semana dedicada a una planta, es una semana dedicada a la defensa de las libertades personales, a la defensa de derechos tan fundamentales e importantes como aquellos que se refieren al libre desarrollo de la personalidad y a la intimidad representados en los artículos 15 y 16 de la Constitución Política Colombiana.
A esta semana de defensa de derechos y libertades, promoción de la diversidad y respeto por el otro se une la Universidad Autónoma Latinoamericana (UNAULA), a través del trabajo realizado por el semillero en política de drogas de la facultad de derecho “legalización de la marihuana en Colombia, ¿utopía o realidad?”, el cual ha trabajado en pro de la realización de un foro académico de reflexión y discusión democrática sobre los diferentes usos de la planta, con sede en la Universidad Autónoma Latinoamericana, en el auditorio Rafael Uribe Uribe, el día 04 de mayo de 2015 desde la 8:30 am hasta 12:30 pm, en el que desde diferentes ámbitos del conocimiento se informará a los asistentes las diferentes perspectivas y visiones que hay a nivel nacional e internacional sobre los diferentes usos de la cannabis, gracias a las contribuciones activas de diversos ponentes de las más altas calidades académicas y científicas.
La lucha contra las drogas en todos los ámbitos está perdida. A esa conclusión se ha llegado luego de ingentes esfuerzos económicos, militares y sociales, que desde los centros de poder mundial, se han encargado de imponer una adicción punitiva y prohibicionista sobre los diversos usos de la planta en las sociedades que en un comienzo eran consideradas productoras de la misma, y que a raíz de la lucha punitiva-militar implacable han terminado siendo los eslabones más débiles de la cadena en la producción, distribución, consumo e inserción del producto de todos estos recursos económicos enormes en el mercado financiero Internacional.
El estudio realizado por la Organización de Estados Americanos (OEA) por la Comisión Global de Políticas de Drogas elaborado en el año del 2011, suscrito por los ex presidentes latinoamericanos Fernando Enrique Cardozo (Brasil), Cesar Gaviria Trujillo (Colombia), Ernesto Zedillo (México); llegó a la conclusión de que la guerra contra las drogas ha fracasado con consecuencias devastadoras para individuos y sociedades alrededor del mundo. No es gratuito entonces que cada vez más se ventilen nuevas experiencias sobre los usos de la cannabis a nivel internacional como los Coffeeshops de Holanda, la descriminalización de las drogas ilegales en Portugal, el modelo español de los clubes sociales de cannabis, la legalización a nivel medicinal en 23 Estados de la nación americana y 2 Estados para uso recreativo, y la legalización del consumo recreativo en la República del Uruguay. Toda esta postura liberalizadora del consumo no prohibicionista ha contagiado a algunos sectores de la nación colombiana que vienen hablando ya de la legalización del consumo de la marihuana en principio desde la perspectiva terapéutica y luego desde una perspectiva recreativa.
La descriminalización de las drogas ilegales en Portugal, el modelo español de los clubes sociales de cannabis, la legalización a nivel medicinal en 23 Estados de la nación americana y 4 Estados para uso recreativo, y la legalización del consumo recreativo en la República del Uruguay. Toda esta postura liberalizadora del consumo no prohibicionista ha contagiado a algunos sectores de la nación colombiana que vienen hablando ya de la legalización del consumo de la marihuana en principio desde la perspectiva terapéutica y luego desde una perspectiva recreativa.
El objetivo del foro se centra en brindar al público en general el mayor cumulo de información posible desde las más diversas perspectivas, saberes y ciencias del conocimiento sobre la marihuana, evitando adoptar entonces una línea de pensamiento única y hegemónica desde la cultura occidental frente al tema, ya que entendemos la necesidad de aportar a las personas espacios de discusión interdisciplinarios sobre lo que ha sido la cannabis no solo a nivel local sino también a nivel internacional, buscando tener un caleidoscopio de visiones integradoras, no necesariamente excluyentes del tratamiento que ha recibido esta en las diferentes culturas para tratar de entregar la mayor cantidad de información posible, para que así el ciudadano pueda tomar decisiones informadas sobre lo que pueda significar una eventual legalización en Colombia.

Sannabis es una empresa dedicada al uso y desarrollo de la planta de cannabis con cañamo industrial y cannabis medicinal. Una empresa fundada por el señor Juan Paulo Guzman Feriz quien lleva 20 años luchando para conseguir un resultado con las autoridades en pro de esparcir las propiedades de esta planta tan sagrada. Empezó con un sembrado de cultivos en el Cauca exactamente en Corinto y Caloto donde con la ayuda de los indígenas y aval de las autoridades locales logró hacer el experimento de plantar cosechar y producir el cáñamo para luego extraer la fibra. Demostró que en Colombia si se puede extraer cáñamo a pesar de las restricciones de la autoridades pero de forma exitosa y con muy buenos resultados.
El testimonio del estadounidense Rick Simpson quien con el extracto de la planta de cannabis logró sacar un aceite medicinal que lo curó del cancer, le dio la posibilidad a muchos de tratar la planta para usos medicinales. Los indígenas del norte del Cauca en el resguardo indígena de toez siembran la materia prima de lo que hoy es su empresa denominada “Sannabis” que se basa en la medicina cannabica y cañamo industrial.


De acuerdo con una encuesta realizada por Datexco para la Fundación Ideas para la Paz (FIP), el 64% de los colombianos apoya la regulación de la marihuana para usos medicinales. La aceptación aumenta en ciudades intermedias, con un 70% de aprobación, mientras que en ciudades principales, como Bogotá (61%) o Medellín (62%), tiene menos apoyo.
Los resultados también concluyen que las personas jóvenes (18 a 24 años) son quienes más están a favor de la iniciativa (71%), mientras que los mayores de 55 años la aprueban solo en un 55%.
Esta favorabilidad frente al uso de la marihuana medicinal contrasta con el concepto que la mayoría de colombianos tiene de las políticas de drogas en el país, para quienes han sido “Malas” o “Muy malas” (79,5%), siendo Medellín la ciudad más negativa respecto a estas calificaciones (79,2%).
Aplazado
Ayer, la Plenaria del Senado aplazó para sus sesiones de marzo de 2015 la discusión y votación del proyecto de ley, que busca permitir que se autorice el uso de la marihuana con fines médicos, autoría del senador Juan Manuel Galán, debido a que congresistas del Centro Democrático, Partido de la U y Partido Conservador anunciaron votos negativos.
El senador Galán aceptó que en estos meses se hagan reuniones con los partidos que están en contra, con el fin de encontrar un texto que se pueda unificar.
A pesar de que el Senado se abstuvo de tramitar este semestre este proyecto de ley, Vanguardia Liberal le preguntó a la bancada santandereana cómo votaría la iniciativa legislativa.
El congresista Jaime Durán dijo que votaría a favor: “Creo que es la dirección en la que van los países del mundo, de ir legalizando poco a poco el tema del consumo, porque la política represiva que se ha llevado no ha dado resultado”.
Un voto favorable también da el senador Horacio Serpa: “Considero que es un proyecto favorable para la medicina y la salud de los colombianos. No se trata de legalizar la marihuana, sino de aprovechar las sustancias medicinales del cannabis, como ocurre en otras partes del mundo”.
Para la congresista Doris Vega también el voto es positivo: “Estamos de acuerdo si la marihuana se usa específicamente para medicina, nos preocupa el control. Hay que especificar dentro del proyecto para que no quede abierto y luego la juventud y la niñez del país se pierdan”.
Mientras que el senador Mauricio Aguilar sí se opone a la iniciativa: “Mi voto es negativo, ya que con este tema tan trascendental lo más sano es abrir espacios de concertación en el ámbito nacional, pues no se tienen claro cuáles instituciones podrán cultivar y comercializar, ni mucho menos se conocen los efectos secundarios”.

La Corte Suprema de Justicia les ‘jala’ las orejas a la Fiscalía y a la Policía por considerar que los consumidores de droga son delincuentes. Aclara que el porte de la ‘dosis mínima’ tiene efectos benéficos comprobados a nivel mundial.
En el mundo la marihuana es una de las plantas que más pasiones y polémicas despierta. Colombia no ha sido la excepción por la posibilidad de que sea aprobada en tratamientos medicinales para aliviar el dolor. Incluso la Corte Constitucional dio el aval para que los consumidores porten como máximo 22 gramos de marihuana “con fines recreativos”.
Sin embargo, los consumidores son generalmente considerados delincuentes, y con frecuencia son agredidos por la fuerza pública por portar estupefacientes para su uso personal. La Corte Suprema de Justicia, en una sentencia trascendental, envió un duro mensaje a las autoridades judiciales: “Los consumidores de estupefacientes no son por defecto delincuentes y, por ello, no hay razones para perseguirlos, apresarlos y condenarlos”, indica la sentencia.
El alto tribunal sostuvo que “el drogadicto, incluido su entorno familiar, es sujeto de una especial protección constitucional porque es concebido como una persona enferma. Además, el consumidor en general es también sujeto de una discriminación positiva porque se establecen en su favor medidas curativas y rehabilitadoras en el nivel normativo superior”.
La Corte recordó, además, que existe actualmente un pensamiento “que se impone a nivel internacional” y que impulsa la despenalización del porte o la tenencia para el consumo, “no por mero capricho o por moda, sino por los comprobados beneficios de una medida de tal naturaleza”. Indicó que la Fiscalía y la Policía Nacional deben “dirigir su persecución hacia los verdaderos traficantes de narcóticos, que son quienes lesionan o ponen en peligro efectivamente los bienes jurídicos tutelados”. Y que, en cambio, a los consumidores deben “brindarles la protección reforzada a que también están obligados por ser todas ellas autoridades estatales”.
El pronunciamiento de la Corte Suprema nace a raíz de una sentencia en la que se confirma la absolución de un joven de Bello (Antioquia) que fue detenido con 52 gramos de marihuana. De acuerdo con el alto tribunal, el joven, a pesar de portar marihuana en cantidad superior a la dosis personal, no tuvo la “potencialidad de generar riesgo de lesión ni a la salud ni a la seguridad públicas, ni mucho menos al orden económico y social”. La sentencia argumenta que “por cuanto la conducta indudablemente perseguía satisfacer su propia necesidad de consumo y no finalidades de tráfico”.
La Corte Suprema indicó que el consumidor que incurra en conductas de tráfico ilícito de estupefacientes puede ser judicializado “porque en ese proceder sí trasciende su fuero interno afectando los bienes jurídicos de la salud pública, la seguridad pública y el orden socioeconómico”.
Previamente la entidad había emitido un fallo en el que le daba un espaldarazo a la propuesta de legalizar el consumo de marihuana para fines medicinales y criticaba a quienes han asegurado que este proyecto pretende legitimar y legalizar el narcotráfico.
La Corte, en su sentencia, explica: “así las cosas, cabe concluir que en Colombia la despenalización del consumo y el porte de drogas estupefacientes en cantidades normativamente señaladas como dosis para uso personal es tema que constitucional, legal y jurisprudencialmente se ha de entender por superado, máxime si desde el marco constitucional se ha comprendido que el adicto es un enfermo que requiere de atención especial del Estado, a fin de lograr su recuperación”.
Semana.com consultó al expresidente de la Corte Constitucional Carlos Gaviria Díaz (ponente de la sentencia que despenalizó la dosis mínima), quien manifestó que en este caso a pesar de que la persona supera el porte mínimo de estupefacientes (22 gramos), no se puede interpretar que es un comercializador o distribuidor de droga.
“La Corte Suprema parte del principio de buena fe de una persona que consume habitualmente estupefacientes para uso personal, por lo que necesita suficiente provisión para su semana, por lo cual considero que la Corte Suprema está bien en su decisión porque hay que ser comprensivos con las personas que consumen los estupefacientes”, indicó el jurista Gaviria.
De otro lado, el también expresidente de la Corte Constitucional José Gregorio Hernández manifestó a este portal que respeta las decisiones de las Cortes Suprema y Constitucional, aunque difiere de esta decisión puesto que considera que “la despenalización de la dosis mínima ha fortalecido el microtráfico y el narcotráfico, puesto que le está causando un grave daño a la sociedad colombiana al generar adicción y daños irreversibles”.

MariaPlantis TV


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